JOSE MARIA VALERO Y ASOCIADOS

Arquitectos

SEMINARIO METROPOLITANO Y CENTRO DE ESTUDIOS TEOLÓGICOS UN COMPLEJO RELIGIOSO DEL SIGLO XXI

La Archidiócesis de Zaragoza ha promovido la construcción de un nuevo Seminario Metropolitano, con sus dependencias de residencia y espacios comunes, y de un Centro Regional de Estudios Teológicos, donde se desarrolla un programa docente, en una parcela situada junto al tercer Cinturón de Ronda de Zaragoza adosado al área ajardinada del Hospital Militar, en pendiente hacia la margen izquierda del río Huerva.

Dada la orografía del terreno, la complejidad y diversidad del programa funcional, a lo que se añade el reto de ofrecer acceso, con la importancia que merece, a una iglesia y al resto de edificaciones existentes, el proyecto adecua la disposición de las nuevas edificaciones para conseguir su completa integración con el entorno.

Iniciando el recorrido desde el acceso principal de la parcela, dejando atrás el acceso al edificio del Centro de Estudios Teológicos, discurriendo por su fachada norte de hormigón de color teja, el terreno desciende suavemente, hasta el nivel en el cual se desarrolla el gran espacio público exterior representativo del complejo, desde donde se visualiza todo el conjunto. En uno de los límites de dicho espacio se descubre la Iglesia, con su nueva fachada, un nuevo acceso principal como requiere su valor representativo y el campanil como hito del complejo. Así mismo, en este nivel se produce la comunicación del exterior con la Residencia de la Fundación Tobías, cuya fachada completa el recinto en torno a la plaza. Desde este punto del recorrido y dentro de este gran espacio, arranca el plano inclinado de calzada adoquinada, que desciende un paso más allá en este recorrido consecutivo hacia el recogimiento y la privacidad del Seminario.

El Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón, es el más público de los elementos del programa, ubicándose junto al acceso de la parcela desde la Ronda de la Hispanidad. A dicho nivel se desarrolla su planta principal. En la misma se sitúan la conserjería, despachos y el programa docente que consta de cinco aulas, el Aula Magna, y la Biblioteca. Esta última constituye el espacio emblemático del edificio desarrollándose en esta planta y en la primera con una gran zona a doble altura.

En las plantas segunda y tercera se definen, respectivamente, el área de administración y el área estructural docente, con departamentos temáticos y despachos anexos. Estas últimas plantas se ubican en el volumen prismático de hormigón teja, que paralelo al Cinturón de Ronda, constituye la separación entre dicha vía circulatoria y el interior del complejo. Este prisma aligera su imagen hacia el interior del complejo con la fachada cerámica ventilada con grandes huecos acristalados sobre la gran cubierta de zinc del cuerpo bajo, realmente una fachada más del edificio.

El Nuevo Seminario se organiza en planta de cruz, con un cuerpo bajo de espacios comunes en el lado corto de la cruz y un cuerpo alto que, maclado con el primero y en disposición paralela al río, contiene el programa de residencia de estudiantes.

El cuerpo bajo se desarrolla en dos alturas. La planta de acceso, ocupa la planta en cruz completa y contiene el programa de uso más público y los espacios de estancia comunes para los residentes que permiten comunicación visual fluida entre interior y exterior.

El ala larga de la cruz divide el exterior en dos ambientes claramente diferenciados, con acceso desde la planta baja. El delimitado por los dos edificios, el Seminario y el Centro de Estudios, constituye un espacio de carácter reflexivo y de recogimiento, rodeado en su perímetro por un deambulatorio, el cual nos remite a la imagen del claustro histórico, completado por una nueva pérgola que vuela sobre cuatro columnas de piedra de Calatorao, procedentes del edificio que precedió a la actual Basílica de Nuestra Señora del Pilar. El segundo ambiente exterior, de esparcimiento y recreo, alberga una pista deportiva bordeada por los jardines aterrazados que descienden hasta el río.

Tanto en planta primera como en las tres superiores del edificio, en el cuerpo del ala larga de la cruz, se desarrollan las habitaciones de formadores y residentes orientadas al sol y con vistas del río, a través de su fachada cerámica ventilada, dejando el pasillo distribuidor al Norte, con un cerramiento de pavés con vistas al espacio entre los dos edificios, el “claustro”.

Finalmente, en la gran plaza que articula el complejo se dibuja con adoquín negro el símbolo de la barca de San Pedro. En la fachada de hormigón color teja que vuela sobre la entrada principal del Seminario, se ha colocado un bajorrelieve de vidrio que representa a San Valero y a San Braulio, realizado por el maestro de Dresden Wolfgang Korn.

El complejo se ubica en la parcela del antiguo convento de las Religiosas Adoratrices, con una superficie total de 27.665 m2. Los nuevos edificios ocupan 2857.90 m2, los edificios existentes 3803 m2 y la superficie de urbanización y ajardinamiento es de 21.000 m2 aproximadamente.

Proyecto y dirección de obra (2002-2005)

Arquitectos: José María Valero Suárez y Asociados: M. Teresa Herrero González, José Manuel Bermudo Pla, Andrés M. Martínez García.

Arquitectos Técnicos: Sylvia Prestar Valero, José Ángel Pérez Benedicto y Manuel Blesa Calavia.

Ingeniero Industrial: Enrique Fermoselle Salas.

Empresa Constructora: OCINSA